Los juegos de tipo roguelike se centran en niveles generados por procedimientos, una jugabilidad desafiante y consecuencias permanentes, lo que hace que cada partida sea única e impredecible. Estos juegos suelen implicar exploración, gestión de recursos y combate táctico en entornos tipo mazmorra. Ideales para los fanáticos de la estrategia y la rejugabilidad, los juegos de tipo roguelike ofrecen una experiencia nueva en cada partida, donde la habilidad, la suerte y el pensamiento rápido son clave para la supervivencia.